LEYENDA DEL "CAÑO LA NEGRA "
NUESTRA LEYENDA DEL "CAÑO LA NEGRA"
de ROSA Mª ÁLVAREZ MORÁN




Cuentan los viejos del lugar que el "Caño la Negra" o la "Fuente la Negra" emana agua de sus surtidores o no, en función del venero del que obtiene su agua cristalina. Pero sólo unos pocos sabemos que eso no es así, porque la leyenda nos cuenta otra cosa.
Cuenta la Leyenda que antiguamente entre esos habitantes de Almendralejo se encontraban la Bella Leylak, de descendencia árabe e hija de un Importante Comerciante y el apuesto joven cristiano Darío.
Leylak era una hermosa mujer de tez oscura ( de ahí lo de "LA NEGRA" ) con una belleza que iluminaba allá por donde pasaba, con unos ojos de profunda mirada. Darío era un humilde cristiano huérfano y pobre, pero muy apuesto. Ambos se conocieron cuando ella iba a recoger agua al Caño. Durante meses, sus miradas se entrecruzaban una y otra vez hasta que el amor surgió entre ambos.
Tras conocer el padre los encuentros amorosos de su hija con el mancebo almendralejense, ordenó de forma inmediata asesinar al joven Darío.
Tras urdir el trágico plan, decidieron sorprender a los jóvenes enamorados una noche del mes de Junio.
Así, se presentó su mas fiel esbirro a la luz de la luna y hayo a los dos jóvenes sentados en el brocal de la fuente, fundiéndose en un prolongado beso de amor. El asesino empuñando una daga de grandes dimensiones se abalanzó sobre Darío pero Leylak se dio cuenta de la acción y se interpuso entre su amado y el esbirro de su padre, recibiendo ella la mortal puñalada en el corazón. Darío tambien herido de muerte, la cogió entre sus brazos y con lágrimas en los ojos vio cómo daba su último respiro, momento que aprovecho par jurarle Amor etenrno: en la vida o en la Muerte.
La noche se tornó gris y la sangre de ambos se mezcló con al agua cristalina de la fuente. Primero el color rojizo de la sangre se convirtió en negro y después el agua de la fuente lo fue cambiando hasta darle un toque cristalino y cuentan que la fuente se fue apagando poco a poco, hasta llegar a nuestros días.